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doctor Bosque

Somos naturaleza experimentádose a si misma

Cultivando el Bosque Interior

En nuestra psique existe un campo, una montaña, un sabana, incluso una playa, pantanos y humedades. En este mundo entero, que habita en lo más profundo de nuestro interior, cultivaremos nuestro bosque personal.

En este espacio sembraremos paciente, constante y dulcemente los arboles y plantas de nuestra vida.

Lo primero que haremos es ir a nuestro recuerdos, en ellos buscaremos el primer árbol que venga a nuestra mente. Lo invitaremos a ser parte de nuestro bosque, como la primer especie en dar vida a nuestra foresta. Nos tomaremos un tiempo y le diremos por qué él/ella, qué memorias, qué vínculos tenemos asociados con su existencia, y por ende reconoceremos la importancia de su ser en el nuestro.

Partirá como una semilla, por ello debemos estar abiertos a que entre en nuestra tierra, la cual nutriremos, regaremos con agua y emociones, lo protegeremos de los elementos en su juventud.

Este árbol crecerá a gran velocidad, en la medida que a diario lo pensemos, lo recordemos y le agradezcamos su valentía de ser nuestra primera compañía.

Con el tiempo su follaje servirá de cobertura a otras plantas, al descomponerse los hongos transformaran sus hojas en tierra fértil, de esta brotará vida y junto a sus raíces y el micelio se comunicará con todo el resto de nuestro renobal.

Recuerda que no es una carrera, es nuestro bosque personal, crecerá en la medida que le demos espacio y atención, al ritmo que sintamos que es el adecuado para nosotros. Y siempre al final de muestra vida, existirá. No hay vuelta atrás, aun que decidamos no visitarlo por un tiempo, el se mantendrá, pues se nutre de nuestro presente consciente, cada vez que lo visitamos basta para que circule la vida hacia el bosque interior. La naturaleza no tiene limites, una vez dadas las condiciones, crece y crece y toma su curso.

Te invito a tener un cuaderno, donde puedas ir sembrando tu bosque o jardín, que te vaya ayudando a recordar aquello que poner en tu bosque interior, y junto a la imaginación, acompañarte de inspiraciones y espiraciones lentas, llevando el aire a tu abdomen, con mucha tranquilidad.

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